Hay inviernos que solo empiezan de verdad cuando uno mete la cuchara en un caldo que recuerda a los abrigos de pana, a la respiración condensada en las aceras, a la infancia que vuelve, testaruda, como vuelve siempre lo que alimenta. En Madrid, cuando la ciudad bosteza su frío más seco, hay una puerta en Santa Engracia que se abre como un refugio: La Gran Tasca, un lugar donde el tiempo parece rendirse, donde los relojes aflojan y la memoria olfatea algo que reconoce inmediatamente. Aquí, más que un restaurante, uno entra en una liturgia: es un sitio con aura de salón de antaño. Con muchas fotos colgadas en la pared, de los más variados personajes: desde la madre de Don Juan Carlos, a Carmen Sevilla, pasando por Florentino Pérez o Raphael, y si uno afina la vista aparecen también Rocío Jurado, Lola Flores, Peret, Antonio Gades, Sara Montiel, Gabino Diego, Imanol Arias o Ana Belén. La lista podría ser una letanía de la fama en la que no falta casi nadie.
La Gran Tasca no presume: respira. Tiene esa aura, esos manteles de tela blanca que recuerdan que hubo un tiempo —y aún hay— en que la comida se celebraba como un acontecimiento familiar. Y tiene, sobre todo, un sabor que va más allá de su emplazamiento rozando la glorieta de Cuatro Caminos. Algo que late debajo: tres generaciones defendiendo un plato que, lejos de estar de vuelta, vuelve más fuerte cada año. Porque sí: el cocido madrileño de La Gran Tasca es un rito. Un rito que este invierno se ha puesto un propósito mayúsculo: llegar a los 20.000 cocidos servidos en la temporada 2026, superando los 19.600 del año anterior. Un reto y una declaración: cuando se cocina con verdad, la gente vuelve.

El cocido aquí no se improvisa. Se caligrafía. La sopa burbujea durante dos días, desgrasada, reducida, concentrada, como un ensayo de invierno hasta lograr un caldo con densidad, alma y luz. La sopera queda en la mesa —detalle que enamora— como si dijeran: sírvanse sin pudor, que aquí nadie vigila las repeticiones.
Los 15 ingredientes se muestran majestuosos: garbanzos castellanos de Fuente Saúco, gallina campera, chorizo ahumado y morcilla asturianos, costilla, tocino y panceta ibéricos, morcillo especial de añojo, punta de jamón, verduras de temporada, hortalizas que cuentan su procedencia como quien presume de apellido… y una pelota de carne que es puro consuelo. Es el tipo de plato que une generaciones, que junta mesas, que obliga a compartir. Un plato que invita, más que a hablar, a conversar.

Yo lo probé un mediodía frío cons amigos que me reunieron en una mesa rodeada de otros colegas de la prensa. Y qué felicidad ese desorden tan nuestro: la discusión que empieza en la crítica gastronómica, salta a la política cultural, aterriza en la vida personal, despega hacia los festivales y acaba en un “¿dónde comemos mañana?”. Porque comer con periodistas es como comer dentro de un periódico abierto: todo tema importa, todo tema arde, todo tema se abandona antes de que llegue el siguiente. Pero ahí estaba el cocido, amarrándonos a tierra, devolviéndonos al vapor, a la cuchara, al calor que solo el invierno concede.
La Gran Tasca no vive solo de su estrella. En la carta asoman croquetas de cocido y jamón, torreznos de Soria, morcilla de Burgos, chistorra navarra, verduras de temporada, rabo de toro, merluza de pincho, chipirones de costa, arroz caldoso con bogavante… y postres que saben a sobremesa larga: leche frita, tarta de queso, cuajada, flan de huevo, helados Creme Deluxe. Pero da igual lo que uno elija. El mensaje es el mismo: aquí la tradición sigue teniendo pulso, y el invierno, hechizo.
Madrid tiene mil maneras de combatir el frío. Pero pocas tan honestas como esta: un caldo que te devuelve a ti mismo. La Gran Tasca es, al final, un refugio hermoso: un lugar donde comer es recordar, donde el vapor es memoria, y el objetivo de este año es llegar a los 20.000 cocidos en unas mesas que respiran aura y congregan a amigos alderredor del calor y una buena conversación.
La Gran Tasca
Dirección: Calle de Santa Engracia, 161, 28003 Madrid
Teléfono: 915 34 46 34
Precio cocido: 34,50€ / Precio medio: 40-50€ (servicio de parking incluido)/ Precio grupo:
46€





