En Madrid, ciudad que mastica siglos y respira futuro por las mismas rendijas, hay estudios que diseñan interiores y, luego, está Silvia Trigueros Estudio: una casa donde la elegancia se desgrana con la naturalidad de quien no necesita levantar la voz para imponer un estilo. Silvia, madrileña de raíz y mirada cosmopolita, trabaja con la delicadeza del artesano y la precisión del relojero emocional: escucha, observa, interpreta. No decora; traduce almas en espacios.

Quizá por eso los clientes latinoamericanos —exigentes, sensibles al detalle, enamorados de la vida vivida puertas adentro— han encontrado en ella un refugio: alguien que entiende que un hogar no es un escenario, sino un latido. Su trabajo es un ejercicio continuo de equilibrio: entre lo clásico y lo contemporáneo, entre la funcionalidad y la belleza, entre la luz que abraza y los materiales que susurran. Una arquitectura íntima, cálida, atemporal, donde cada decisión tiene la serenidad de lo inevitable.

En un Madrid que renace creativo y sensorial, Silvia recupera la elegancia de los palacetes, la artesanía en peligro de extinción y la magia de lo imperfecto. Y lo hace desde una ética silenciosa: sostenibilidad real, selección honesta, tecnología escondida, belleza deliberada. Como si cada proyecto fuera una conversación larga, un paseo lento, una pieza musical que sólo encuentra su armonía final cuando el cliente entra, respira y dice sin decir: ahora sí, esto soy yo.

Silvia, tu estudio se ha convertido en un referente para clientes latinoamericanos en Madrid.
¿Qué crees que encuentran en tu manera de trabajar que no encuentran en ningún otro sitio?

Creo que les gusta el trato cercano y el querer conocer muy bien al cliente, sus necesidades, su forma de vivir, me involucro mucho en cada proyecto.

Si tuvieras que definir la esencia de Silvia Trigueros Estudio en tres palabras, ¿cuáles serían y por qué?
Elegante, cálido y atemporal

Hablamos mucho de tendencias, pero tú trabajas desde un concepto más profundo: el estilo como identidad.
¿Qué elementos consideras imprescindibles para construir un espacio con alma?

Me parecen muy importantes los revestimientos y la iluminación que son lo que dan calidez a la casa, unas cuantas piezas seleccionadas con carácter, bien antiguas o contemporáneas le otorgan además personalidad al espacio.

De cara a 2026, ¿qué corrientes o sensibilidades crees que marcarán el interiorismo?
¿Vamos hacia lo natural, lo sensorial, lo tecnológico… o hacia una fusión de todo?

Seguimos en la búsqueda de sensaciones táctiles y visuales, buscando la naturalidad, una vuelta al origen, a la artesanía, a la belleza de lo imperfecto. La tecnología está presente pero cada vez menos a la vista, integrada en un espacio sensorial.

En tus proyectos hay un equilibrio muy medido entre estética y funcionalidad.
¿Dónde empieza una y dónde termina la otra? ¿Quién manda en tus procesos creativos?

El proyecto viene marcado al inicio por la funcionalidad, es lo más importante a la hora de organizar los espacios. Una vez que esto está resuelto vamos con la parte estética, buscando materiales y soluciones que nos ayuden a conseguir la estética deseada sin perder la funcionalidad.

Los consumidores latinoamericanos tienen un gusto y una relación con el hogar muy particular.
¿Qué te ha enseñado trabajar tan de cerca con ellos?

Son perfeccionistas y buscan el detalle, les gusta vivir la casa y aprecian mas lo que el interiorista les aporta a la hora de diseñar su hogar.

¿Qué rasgos diferencian su sensibilidad de la europea?
Yo creo que no hay tanta diferencia, en general son algo más clásicos, lo cual a mí me encanta y en general les gusta más incorporar arte contemporáneo en sus viviendas.

En Madrid estamos viviendo una especie de renacimiento creativo.
¿Cómo dialoga tu estudio con esta ciudad?

Para mi Madrid es el lugar perfecto para trabajar, nací aquí y adoro la ciudad, su evolución en los últimos años sin perder sus raíces, lo mismo me ha pasado a mí. Vengo del mundo del mueble clásico y aunque he ido evolucionando y adaptando mi estilo a las tendencias contemporáneas, adoro una buena pieza clásica.

¿Qué te inspira de ella y qué le regalas tú a Madrid con tus proyectos?
Me fascinan las casas antiguas palaciegas que tenemos en el centro, cada una que llega a mis manos se convierte en un reto para devolverla al esplendor pasado, ese es mi regalo a Madrid, devolverle la elegancia de principios de siglo.

Cada vez se habla más de sostenibilidad, pero pocas veces desde una mirada realista.
¿Cómo integras la sostenibilidad en tus proyectos sin caer en lo superficial o en lo impostado?

Aún hay mucha confusión con esto de la sostenibilidad, yo soy cuidadosa en elegir fabricantes comprometidos con el medio ambiente, que utilicen materiales reciclados y que sean rigurosos en sus procedimientos para no agredir al planeta. Pero eso no significa dejar de lado materiales innovadores con magnificas prestaciones, al contrario, la gente está algo equivocada y cree que esto significa emplear sólo materiales naturales y esto en mucha ocasiones es menos sostenible.

Dicen que un proyecto no termina cuando las obras acaban, sino cuando el cliente entra y respira.
¿Qué momento del proceso disfrutas más?

Disfruto cada etapa, pero cuando colocamos revestimientos e iluminación, la casa ya muestra su identidad y es maravilloso.

¿Y cuál es el que más respeto te impone?
El momento en el que entramos con todos los muebles y decoración a montar y piensas “le gustará, verdad?”

Si no diseñaras interiores, qué otro mundo creativo habrías elegido?
¿Dónde más te imaginas explorando belleza y significado?

El paisajismo es otro mundo que me encanta, es increíble lo que puede cambiar un jardín con un buen diseño, me parece maravilloso como se planifican para que en cada estación el jardín sea diferente y maravilloso.

Un espacio que te haya cambiado la mirada.
No importa si está en Madrid, en México o en una esquina del mundo que nadie conoce.

Pues no te puedo hablar de un espacio concreto, te puedo hablar de Milán, la Feria del mueble y todo lo que se hace en los showrooms de la ciudad, muchos de ellos maravillosos palacios antiguos, me cambió la visión hace años de como integrar mueble contemporáneo en arquitectura clásica, algo que me fascina.

Y por último: la pregunta ESSENCEmag.
¿Qué es, para ti, la verdadera elegancia en un espacio?

El equilibrio, esta es la clave, en texturas, colores, protagonismo de cada pieza… nuestro trabajo siempre se basa en buscar el equilibrio, por eso hay que trabajar todo en conjunto.

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