En un Madrid que respira prisa incluso en los semáforos, surge un espacio que invita a detenerse, a escucharse, a volver al cuerpo. ESTIRO, el primer centro especializado en estiramiento personal en España, nace de la mirada clínica y humanista de Elena —fisioterapeuta, observadora del movimiento, artesana del bienestar— y de la visión internacional de Juan Antonio Samaranch. Juntos han construido un lugar pionero donde el estiramiento deja de ser un trámite posentrenamiento para convertirse en un ritual de salud, energía y presencia. Un “reset” físico y emocional que ya está reeducando a cientos de cuerpos madrileños. Nos reunimos con Elena Morales, su portavoz y una de sus co fundadoras.

¿Cómo nace la idea de traer a España el primer centro especializado en estiramiento personal?

Pues todo empezó de algo muy simple. Siempre he creído que el estiramiento no debería ser solo para recuperarte de una lesión, sino que es la base para sentirnos bien físicamente. Es algo sencillo, que puede transformar tu día a día y que está al alcance de todos… pero aquí en España casi no existían espacios que lo trabajaran así.

La idea surgió junto con Juan Antonio Samaranch, en mi consulta. Él era mi paciente y yo veía a diario cómo mis pacientes mejoraban muchísimo cuando incorporaban estiramientos asistidos. Él, por su parte, había visto en California cómo esos estudios especializados estaban funcionando y pensó que ese modelo podía encajar muy bien con lo que la gente necesitaba en Europa.

Y así nació Estiro: un espacio pionero para acercar el estiramiento personal a todos, no solo como algo puntual tras una lesión, sino como una rutina que realmente forme parte de tu vida. Porque al final, cuidarse empieza por moverse mejor.

¿Qué diferencia a ESTIRO de una sesión tradicional de fisioterapia o de yoga?

En fisioterapia normalmente tratamos lesiones, mientras que en yoga se trabaja el cuerpo y la mente de forma integral, combinando fuerza, flexibilidad y respiración. Pero en Estiro hacemos algo un poco diferente: aquí entrenamos la movilidad de manera totalmente personalizada y asistida, siguiendo un método propio con 39 ejercicios que se adaptan a tu cuerpo y a lo que quieres conseguir.

Durante la sesión, yo o uno de mis especialistas guiamos cada movimiento para que puedas alcanzar rangos que solo sería imposible por tu cuenta, siempre con control y seguridad. Es un trabajo muy preciso que mezcla ciencia, técnica y acompañamiento. A nivel físico, te ayuda a mejorar la flexibilidad, corregir la postura y prevenir lesiones. Y a nivel emocional, libera toda la tensión acumulada y deja una sensación de ligereza y bienestar que notas al momento.

Hablas de bienestar integral: ¿cómo se traduce eso en la práctica diaria con vuestros clientes?

Bueno, para nosotros el bienestar integral significa entender que el cuerpo y la mente están completamente conectados. En la práctica, eso significa que en nuestras sesiones no solo liberamos tensiones físicas, mejoramos la postura o la flexibilidad, sino que también ayudamos a reducir el estrés y sentir ligereza.

    Nuestros clientes lo notan enseguida. Muchos vienen por algún dolor o molestia física, y acaban dándose cuenta de que, además de estirarse, se están reconectando con su propio cuerpo. Empiezan a respirar mejor, a descansar mejor y a sentir más energía. Es como si su cuerpo se reactivara desde dentro.

    En un mundo acelerado, ¿qué papel juega el estiramiento en la gestión del estrés y la energía?

    Vivimos en un día a día en el que el cuerpo está siempre en tensión: horas frente al ordenador, posturas rígidas, respiración corta… todo eso genera estrés físico y mental. El estiramiento asistido rompe ese patrón, hace que nuestra musculatura este mas liberada, mejore la circulación y ayuda a que nuestro sistema nervioso se relaje. Es como pulsar un botón de “reset”.

      Y lo mejor es que en solo 25 o 50 minutos puedes notar cómo cambia la energía con la que afrontas el resto del día. Es una herramienta potente para equilibrar cuerpo y mente sin tener que desconectarte de tu rutina.

      ¿Qué tipo de personas llegan a ESTIRO? ¿Es solo para deportistas o también para quienes buscan equilibrio y descanso?

      En Estiro vienen todo tipo de personas, puesto que todos necesitamos movernos mejor. Cualquier persona que se preocupe por su bienestar y busque algo personalizado, que sea accesible y que encaje con su vida, se puede beneficiar. De hecho, todo el mundo debería incluir estiramiento en su rutina.

        Dentro de esto, vemos perfiles muy variados. Deportistas de todo tipo, desde runners hasta jugadores de pádel, golf o crossfit, que quieren mejorar su rendimiento y prevenir lesiones. También personas con trabajos de oficina que pasan muchas horas sentadas y buscan aliviar tensiones; y, de hecho, un estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine demuestra que los trabajadores sedentarios pueden reducir el dolor lumbar hasta en un 35% con solo dos sesiones semanales de estiramiento asistido.

        También nos visitan personas mayores de 60 años que quieren mantener movilidad, elasticidad y calidad de vida, y otras que están en recuperación de alguna lesión y necesitan un plan de estiramiento adaptado a su situación. Al final, aquí no hay un perfil único, lo importante es moverse mejor y cuidar el cuerpo.

        ¿Cuál ha sido el mayor reto al adaptar este concepto internacional al estilo de vida europeo y madrileño?

        Creo que el mayor reto ha sido cambiar la manera en que la gente ve el estiramiento. Aquí todavía se piensa como algo secundario, un complemento que haces cinco minutos después de entrenar… o muchas veces ni se hace, y cuando se hace, suele hacerse mal. Nosotros queríamos demostrar que el estiramiento puede ser una rutina principal, algo que realmente forme parte de tu día a día y no solo un añadido.

          Madrid es una ciudad con un ritmo muy alto, pero también con una gran conciencia de bienestar, y la acogida ha sido increíble. En pocas semanas superamos las 400 sesiones con una tasa de repetición del 85%, y eso nos confirma que la gente realmente necesitaba un lugar así.

          ¿Qué impacto puede tener un hábito de estiramiento constante en nuestra salud física y emocional?

          El impacto es enorme. Estirarse de forma regular mejora la movilidad, la circulación y la postura, pero también calma la mente y mejora la calidad del sueño.

            Con el tiempo, este hábito de estirar cambia la relación con el propio cuerpo, deja de ser algo que “te duele” o “te limita” para convertirse en una fuente de energía y de bienestar. Es una transformación que se nota por dentro y por fuera.

            Y para terminar: si el cuerpo hablara después de una sesión en ESTIRO, ¿qué crees que diría?

            Diría: “gracias, necesitaba esto.” Porque eso es exactamente lo que sentimos cuando liberamos al cuerpo de la tensión acumulada. En el día a día lo sobrecargamos con estrés y falta de movimiento. Después de una sesión de Estiro, el cuerpo respira, se mueve con más libertad y la mente se calma. Es un momento de reconexión que muchos describen como un auténtico “reset” físico y emocional.

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