Por Marc Doménech

Hace apenas unos meses, Juan José Villa “Villita” hablaba para ESSENCEMag con la ilusión intacta de un niño que sueña con ser torero. Centrado en su carrera, que es su vida, se confesaba entonces con un deseo firme: dar el paso definitivo hacia la alternativa. Ese momento ha llegado.

Conversamos con Villita horas antes de su alternativa, ahora un amasijo de nervios, entusiasmo y felicidad a la espera “del día”. Mañana, 22 de septiembre, Villita vivirá la ceremonia que marcará un antes y un después en su trayectoria. Llega, obviamente, tras cumplir con todas las novilladas exigidas y, sobre todo, después de una tarde clave: su paso por Las Ventas el pasado 7 de septiembre, donde dejó claro, tras una vuelta al ruedo, que está preparado para convertirse en matador de toros.

No es una alternativa cualquiera. Estará arropado por dos maestros que representan la verdad y la constancia en el toreo: Manuel Jesús “El Cid”, padrino de la ceremonia y gran amigo de Villita, y Miguel Ángel Perera como testigo. No son nombres de moda, de esos que suben y bajan con los vaivenes del toreo; son figuras sólidas que dan sentido y peso a un momento cargado de simbolismo. Una alternativa con raíces, coherencia y, sobre todo, futuro.

PREGUNTA: La alternativa es un rito antiguo, cargado de tradición. ¿Qué significa para ti participar en una liturgia que tantos toreros han vivido antes?
RESPUESTA: Es el sueño de todos tenemos en la cabeza desde que empezamos a dedicarnos a esta profesión. Estoy seguro de que será uno de los días más bonitos de mi vida.

P. ¿Qué se hereda y qué se rompe cuando uno decide dar este paso en la vida?
R. Es el último escalón en la etapa de un torero. Es muy importante, porque sabemos que lo que viene por delante son emociones muy fuertes y hay que estar preparado para ello.

“Es llegar al principio del sueño. Ahora toca recorrerlo y conseguir lo que tengo en mi cabeza como torero.”

P. ¿Qué imagen tienes en la cabeza cuando piensas en el instante en que recibas la muleta y la espada?
R. Es muy emocionante, porque es lo que llevo esperando toda mi vida. Tengo la inmensa suerte de que me la entreguen dos figuras del toreo. Una de ellas es el maestro Manuel Jesús “El Cid”, con quien tengo la fortuna de gozar de una amistad muy íntima y eso lo hace aún más especial.

P. ¿Es un punto de llegada o más bien un punto de partida?
R. Es llegar al principio del sueño. Ahora toca recorrerlo y conseguir lo que tengo en mi cabeza como torero.

P. ¿Cómo imaginas la noche anterior a la alternativa?
R. Una noche de dormir muy poquito… y lo poco que duerma, soñar con ese lunes 22 de septiembre.

P. ¿Te obsesiona más la responsabilidad artística o la presión de la ceremonia?
R. No me obsesiona ni una ni la otra; al contrario, ambas me motivan. Un torero lucha y se sacrifica a diario por estos momentos.

P. ¿Cómo te enfrentas a la responsabilidad de compartir cartel con figuras del toreo en un día tan señalado?
R. Cuando uno piensa en un cartel de alternativa, siempre imagina que te la puedan dar dos figuras del toreo. En mi caso, así va a ser. Por ello, lo único en lo que pienso es en estar al mejor nivel para poder competir con los maestros. 
Como decía, en el caso del maestro “El Cid” me une un vínculo personal muy fuerte. Él ha sido una persona que me ha ayudado en los momentos más difíciles y me ha hecho ver el toreo de una manera muy bonita. En cuanto a Miguel Ángel Perera, es una figura del toreo en la que me he fijado desde muy pequeño; mientras crecía, le veía competir con las máximas figuras del toreo. Me siento un privilegiado.

P. ¿Qué peso emocional tiene para ti la familia en un día como ese?
R. Mi familia ese día tendrá un peso emocional enorme, porque son los que están a mi lado, sobre todo en los momentos que no son tan fáciles.

P. ¿A quién te gustaría dedicarle tu alternativa?
R. A todas las personas que me han ayudado en el camino hasta llegar aquí, y también a aquellas que, por desgracia, ya no están con nosotros. Aunque estoy convencido de que, desde donde estén, los sentiré presentes.

P. ¿Qué mensaje quieres dejar a la afición el día de tu debut como matador?
R. Lo que siempre he tenido en la cabeza: que vean a un torero con personalidad, que demuestra lo que quiere ser y que hace las cosas con mucho gusto.

P. ¿Qué esperas que te regale la alternativa más allá de lo profesional?
R. ¡Emociones! Estoy convencido de que me las llevaré en el corazón para el resto de mi vida. Dios quiera que sea una tarde de ensueño y que pueda torear un toro como lo siento.

P. ¿Qué plaza sueñas con conquistar como matador?
R. Sin lugar a duda, Madrid y Sevilla.

“Lo bonito es que los jóvenes se acerquen a la plaza y descubran el toreo poco a poco. Todo en el toreo es un proceso.”

P. ¿Qué huella te gustaría dejar ese día?
R. Qué se vea a un torero en crecimiento y que su sueño no se ha quedado aquí, porque seguiré luchando por ser figura del toreo.

P. ¿Crees que el público joven ve en vosotros, los de tu generación, una manera distinta de entender el toreo?
R. No, creo que eso no cambia. Lo importante es que los aficionados jóvenes se acerquen a la plaza y, poco a poco, vayan descubriendo el toreo como lo han hecho todas las generaciones anteriores. Lo bonito es que vayan y se aficionen, poco a poco. Todo en el toreo es un proceso.

P. ¿Cuál es tu mayor miedo de cara a ese día?
R. Creo que un día así no hay miedos, solo ilusiones y buenas sensaciones previas al festejo. Considero que es un día en el que todo lo amargo habrá merecido la pena.

P. ¿Qué le dirías al “Villita” de hace unos años que soñaba con este momento?
R. Qué tuviera paciencia, que Dios sabe cuándo es el momento y que no podemos ir en contra de eso, sus tiempos son perfectos. Y, por supuesto, que mantuviera la afición y la ilusión intacta, porque el momento llegaría.

Villita llega a su alternativa sin deudas consigo mismo: ha toreado, ha crecido, ha marcado su camino, ha demostrado quién es y qué quiere, ha sufrido y ha esperado con paciencia. Lo descubrimos con la ilusión de un niño, lo dejamos con la madurez de quien está a las puertas de uno de los momentos más importantes de su vida. Lo hace acompañado de toreros que dan sentido al momento: un rito que conecta a quienes estuvieron, a las figuras presentes en el cartel y al que sueña con convertirse en figura. Lo que mañana ocurra en Consuegra, con toros de Alcurrucén, no solo será un destino alcanzado, sino el inicio de un camino más exigente y luminoso.

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