Por Bertie Espinosa
Fotografía: José Manuel Serrano Bernabé
Está en el ecuador este verano de olas de calor (¡qué novedad!) y de incendios (¡otra novedad!). Y hoy vengo a reivindicar el verano en esa España que vive pausada viviendo sus horas como quien contempla un reloj de arena. La España de los pueblos y plazas lentas, como un largo fandango de Huelva.
Hay allá a lo lejos de las autovías unos lugares que aún se dicen recónditos, donde la tradición manda y donde la música acaba con el chimpún del platillo y el bombo. La palabra no está recogida por nuestra RAE, pero la entendemos nada más pronunciarla, porque además de significación tiene musicalidad.
Me dice San Google que «Chimpún» se utiliza coloquialmente como una interjección para indicar el fin o la conclusión de algo. Y ciertamente lo es. Pero cuando hablo de pueblos, de fiestas populares y de orquestas de medianoche, la cosa se eleva. Se eleva porque es en las calles estrechas de estos pueblos que ahora celebran la Virgen de Agosto -es decir, de la Asunción, aunque tiene mil nombres- donde el chimpún suena cuando la fiesta se acaba.
Yo no quiero que acabe, por eso he rescatado esta imagen que el otro día me encontré por la calle larga de Twitter (sí, ahora X). La imagen habla por sí sola, y solo tiene unos días, aunque podría tener décadas. Es de un festejo popular en un pueblo de la Comunidad Valenciana, y encierra toda la pureza que las fiestas del chimpún tienen en estos días metidos en el túnel del tiempo a miles de españoles que andurrean por ahí.
¡Cuanta alegría en esa sencillez! Y que preludio a lo que la noche traerá seguramente a la plaza central del pueblo. Verbena, cubas libres y una orquesta que no será la de Mondragón pero que bien podría parecersele. Dj para la chavalada sana (o insana, eso lo dirán ellos) y churros para el chimpún definitivo. Evoca todo lo que practicamente no ha cambiado porque funciona, y porque mantiene el alma viva de quienes en zapatillas o en chanclas -gruesa imprudencia- se ponen delante de las vaquillas o cualquier otro ser que ande con bravura.





