Hay personas que hacen branding, otras que hacen contenido, y luego está Javier Camacho, que directamente se inventó un mundo. Era un mundo que bebía de otro, como todo en la vida. Eneaverso no es una marca, ni una terapia, ni un concepto: es una constelación emocional con arquitectura propia, pasaporte simbólico y estética de alta costura espiritual. Si parece mucho, es porque lo es. Arte, arte y más arte, que es lo que se necesita en la vida para vivir ajeno a la misma.

Camacho no vende humo; lo convierte en niebla sagrada. Su lenguaje —medio oráculo, medio algoritmo— se desliza entre arquetipos, diseño, psicología junguiana y lujo silencioso, ese que no necesita etiquetas ni logotipos para saber que ha llegado. Hay algo de chamán con gafas de sol y algo de poeta que aprendió a programar. Un universo propio, lo dicho.

Esta entrevista no pretende explicarlo (sería inútil), sino acompañar al lector en la órbita de un hombre que, con Eneaverso, y ENEAS ha logrado lo que pocos: darle forma estética a lo intangible sin perder la ironía por el camino. Y en tiempos de ruido, eso ya es un superpoder.

¿Qué significó para ti ver hecho realidad ENEAS, tras tanto tiempo de conceptualización?

ENEAS ha sido una aventura desde el primer momento. Un proyecto vivo que se definió a sí mismo por las circunstancias que lo rodearon y las adversidades que lo pusieron a prueba. Me gusta mucho una frase que dice que los objetivos se deben fijar en cemento, pero la estrategia en arena. Esto es, el propósito debe ser motor y brújula, pero debemos estar dispuestos a virar las veces que haga falta cuando el viento cambia. ENEAS ha sido eso, un viaje lleno de adversidades, pero con el norte muy claro. Materializar un proyecto así fue algo tan sobrecogedor como inevitable. 

Fue inevitable al surgir de la colaboración de dos marcas hermanas como lo son Saisho y Eneaverso, que aunque distintas en la forma, comparten ese gen disruptor a la hora de desplegar sus propuestas. La primera es conocida por su rigor a la hora de asesorar coleccionistas en su próxima adquisición de obra de arte. Realizan una labor didáctica muy importante en un sector con mucho desconocimiento. Son una empresa tecnológica que se basa en datos agregados de mercado para ayudar a sus clientes a tomar las mejores decisiones. Por su parte, Eneaverso se ha convertido en líder de una tribu pasional de coleccionistas de arte, dispuestos a dejar un legado positivo en el mundo. A menudo esta empresa actúa como arquitecta de colecciones de arte con impacto social. En estos casos, la obra tiene un propósito que trasciende el propio arte. Es el caso, por ejemplo, de las nueve obras de diez artistas que el año pasado reivindicaron la eliminación de las restricciones horarias en el sector de la restauración en Madrid. O las treinta obras de Belin, Claudia Alonso-Allende y Philippe Boonen que darán la vuelta al mundo y generarán recursos para enfrentar algunos de los mayores problemas a los que se enfrenta hoy la humanidad. 

¿Por qué elegiste el nombre «ENEAS»? ¿Qué paralelismo ves entre el héroe de la Eneida y el proceso artístico actual?

ENEAS surge de la convergencia natural entre Eneaverso y Saisho: una alianza que fusiona visión, arte y legado. El nombre nace de la unión de ambas marcas y evoca al héroe que, tras el fin de una era, emprendió un viaje fundacional hacia una nueva civilización. ENEAS encarna ese espíritu: un concepto destinado a construir futuro desde la fuerza creativa del presente, con raíces profundas en la belleza, el pensamiento y la transformación.

A diferencia de la Odisea, donde el héroe lucha por regresar a su hogar, la Eneida relata el viaje de alguien que acepta dejar atrás su pasado para fundar algo nuevo. Eneas no vuelve, avanza. No busca un refugio, sino un destino. Como el héroe de la Eneida, el arte contemporáneo abre caminos nuevos, a menudo inciertos, donde se desafían los límites y se reformulan paradigmas. El proceso artístico actual, como el viaje de Eneas, exige renuncia, visión y coraje para levantar algo que aún no tiene nombre, pero que ya reclama su lugar en el mundo.

ENEAS propone 8 niveles de experimentación. ¿Podrías contarnos brevemente en qué consisten y cómo se viven durante la exposición?

Los 8 niveles son la técnica, el material, el trazo, la luz, la textura, la composición formal, el color y el volumen y espacio. Esta  primera edición de Eneas contó con 105 obras de arte y 21 artistas. Cada uno de ellos  trabaja varios de estos niveles de experimentación, pero es especialmente bueno en uno. Cada nivel de experimentación tenía una sala, de tal modo que el visitante podía sumergirse uno a uno en cada nivel disfrutando de la excelencia en cada uno de ellos, ya que los artistas seleccionados para cada una de esas salas son sobresalientes en ese nivel.

¿Qué criterio seguiste para seleccionar a los 21 artistas participantes?

Todos los artistas de esta muestra, están en el mercado Saisho y por tanto fueron ellos quienes los propusieron, seleccionados por destacar especialmente en cada uno de los 8 niveles de experimentación artística comentados anteriormente. Como curiosidad, mencionar que los dos artistas seleccionados para la sala de la técnica, Alejandra de la Torre y José Luis Serzo, han sido los responsables de ilustrar la portada de los números #4 y #5 de la revista Eneaverso. Las obras de las portadas de la revista Eneaverso siempre son adquiridas por miembros del club privado de Eneaverso (eneaverso.club), que tienen acceso preferente a determinadas obras y estas son siempre una apuesta muy interesante.

¿Qué te interesaba más: la obra en sí o la narrativa de transformación que cada artista podía ofrecer?

Me interesa el diálogo que cada obra establece con el espectador. La obra deja de pertenecer al artista cuando esta es contemplada por otra persona y se genera un vínculo, despierta emociones y el espectador la convierte en parte de su historia. Recuerdo cuando observé el Guernica por primera vez. Debía tener 12 años. No me gustó nada. Y entonces mi padre me preguntó por qué. Le expresé la angustia que me hacía sentir, mi desorientación, mi incomodidad… Cuando terminé de hablar mi padre me habló de la guerra civil española. Me quedé helado. Comprendí, de golpe, que el arte no siempre está para gustar, sino para sacudir. Hoy me interesan especialmente las obras en las que la forma y el fondo se encuentran y generan una experiencia que permanece mucho después de haberla visto por primera vez. 

Se reunieron más de 600 personas del mundo del arte contemporáneo. ¿Qué impacto esperas que tenga ENEAS en el panorama artístico nacional?

Ya se está hablando mucho de esto. Algunos medios dicen que fue una experiencia sin precedentes, no solo en España sino en Europa. En EEUU es más común encontrar este tipo de propuestas. Pero aquí nadie ha planteado nunca una exposición de esta magnitud y calidad solo para un evento privado de cinco horas de duración. Los que lo disfrutamos fuimos unos privilegiados. Creo que el panorama artístico de nuestro país está muy pendiente de nuestros siguientes pasos. Lo del 17 de junio no fue una inauguración. Fue una declaración y creo que los que estuvieron presentes lo notaron. ENEAS tiene todavía mucho que contar. 

¿Cómo fue la colaboración con Saisho? ¿Qué aportó cada uno al evento?

Fue maravillosa. Ambas marcas comisariaron la exposición e invitaron a su red de coleccionistas. Saisho propuso a los artistas que participaron y puso a su equipo de consultants y advisors de arte al servicio los invitados. Eneaverso se encargó de la puesta en escena del evento y de los patrocinadores.  

¿Qué papel juegan los coleccionistas en Eneaverso? ¿Y qué papel deberían jugar en el arte del futuro?

En Eneaverso juegan un papel fundamental. Son los principales cómplices del movimiento artístico que lideramos. No solo coleccionan, son mecenas, impulsores y en muchos casos amigos, que incluso, en ocasiones, abren las puertas de sus casas para organizar encuentros. Son una pieza clave de nuestra comunidad. Los más comprometidos tienen acceso a todas las ventajas de nuestro club privado de coleccionistas, que no tiene membresía, pero al cual es muy difícil acceder. 

Me gusta definir Eneaverso como un proyecto humano multipotencial de textura abierta. Es humano porque sitúa a los individuos en el centro. Es multipotencial porque, marcado por su misión de mejorar el mundo, encuentra múltiples formas de expresarse y contribuir con este propósito. Uno de sus lenguajes, es el arte, del que hoy hablamos en esta charla. Es de textura abierta porque está en constante evolución. En este sentido, nuestros coleccionistas también cobran un papel importante, pues contribuyen a dar forma a los desarrollos artísticos que impulsamos. No se limitan a acompañar el proceso, lo enriquecen con su mirada, su compromiso y su sensibilidad. Gracias a ellos, muchas obras no solo existen, sino que encuentran un sentido más amplio: circulan, dialogan con el mundo, abren preguntas necesarias. El legado, en este contexto, no es una herencia pasiva, sino una construcción activa de futuro, hecha de vínculos, ideas y belleza compartida. 

El papel que deberían jugar en el arte del futuro es el de aliados lúcidos y valientes: no basta con preservar, hay que impulsar; no basta con acumular, hay que participar. Su legado no se mide solo en obras, sino en las huellas que dejan y en cómo esas huellas inspiran a otros a continuar el viaje.

¿Cuál es la visión a largo plazo de Eneaverso? ¿Podremos ver los 8 niveles de experimentación en otros formatos o ciudades?

La visión de Eneaverso a largo plazo es la de aumentar su ecosistema para llevar a cabo su misión de contribuir con un mundo mejor. No solo pienso en arte plástico, sino también en cine, en desarrollo personal y otro tipo de negocios que están por venir. 

Seguiremos abordando los 8 niveles de experimentación con ENEAS, de la mano de Saisho, que se han convertido en unos grandes aliados en este desarrollo. Respecto a hacerlo en otras ciudades, es muy posible que sí, pero todavía no tenemos fecha.

ENEAS ha unido crítica, coleccionismo, arte emergente y discurso simbólico. ¿Estamos ante una nueva forma de concebir las exposiciones de arte?

Sin duda hemos alterado el statu quo de la forma de exponer arte, pero no te puedo decir que esta vaya a ser la nueva forma. Quién sabe cómo sorprenderemos en la siguiente edición de ENEAS.

¿Qué le dirías a alguien que nunca ha estado en una exposición como ENEAS y duda si es «para él o ella»?

Que si tiene la fortuna de ser invitado, que no se lo piense. Que confíe. Que no intente adivinar lo que encontrará. Que si la ubicación le sorprende, que no la cuestione, que acuda y que se deje sorprender.

¿Qué viene ahora para Eneaverso tras este primer gran hito?

Tres cosas:

  • Definir junto a Saisho los siguientes pasos de ENEAS. 
  • Algo en Ibiza.
  • Experiencias muy especiales para los miembros de Eneaverso Club.

Y por último, ¿qué obra o momento de ENEAS se te quedó grabado como fundador?

El momento que se me quedó grabado como cofundador de ENEAS fue cuando una semana antes del evento, nos falló la localización que teníamos prevista. Gracias a Encuentra Location Agency descubrimos al que bautizaríamos como el Templo ENEAS, propiedad de Luis Miguel Rodriguez, “el Chatarrero”. Un espacio brutalista que nos dejó a todos sin habla. En seguida supimos que no había mejor lugar para presentar ENEAS y pese a las complicaciones técnicas que suponía la instalación en aquel lugar, con solo un día de montaje, lo sacamos adelante. En esos momentos de adversidad es cuando uno se da cuenta de los compañeros que quiere tener a su lado. Puedo decir que el equipo de Saisho ha sido un gran aliado. 

Respecto a destacar una obra aprovecho para mencionar “Conversación decisiva”, un óleo sobre lienzo de 195 x 195 cm. de José Luis Serzo. Pieza que adquirí a la que otorgué un premio de adquisición en esta primera edición de ENEAS. Este premio, además de reconocer a un artista extraordinario, va dedicado a todos aquellos que escuchan su voz interna y eligen su propio camino. Todo cambio consciente empieza con una conversación decisiva. Cuando nos hablamos con honestidad radical. Cuando nos hacemos cargo de nuestra verdad. Y entonces, solo entonces, los cambios se producen.

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