En 1966, Joel Meyerowitz, un joven fotógrafo de 28 años inspirado por la obra de Robert Frank, en busca de crecimiento artístico y personal, deja su trabajo en una agencia de publicidad de Nueva York para emprender un viaje de más de 30.000 km por las carreteras de Europa, visitando diez países y realizando unas 25.000 fotografías. Durante este periodo, Meyerowitz se asienta seis meses en Málaga, y entabla amistad con una de sus grandes familias flamencas, los Escalona, realizando fotografías y grabaciones de los espectáculos de flamenco a los que asistió.
Este viaje se convertiría en determinante para la definición artística de Meyerowitz. La exposición Europa, 1966-1967, incluida en la Sección Oficial de PHotoESPAÑA 2025 y comisariada por Miguel López-Remiro, director del Museo Picasso de Málaga, cuenta con unas 200 imágenes de ese prolífico viaje. Una muestra producida por el Museo Picasso de Málaga.

Meyerowitz elaboró un amplio registro fotográfico de España que influyó sobremanera y consolidó hasta hoy su estilo fotográfico, considerado pionero en su uso del color para captar y expresar la realidad. Si el blanco y negro era, por así decirlo, la lingua franca de la expresión artística fotográfica, Meyerowitz fue uno de los primeros en “hablar” con el color, adelantándose a su posterior consideración y aceptación como medio artístico en la fotografía.
La exposición incluye copias de época y nuevas impresiones en color y blanco y negro, y recorre los momentos más significativos de un viaje que fue también un proceso de descubrimiento personal.
El recorrido se estructura en bloques geográficos y temáticos, desde sus primeras experiencias fotográficas en el Reino Unido hasta su inmersión en el sur de España, el bullicio de los mercados turcos o la calma de Corfú.
A través de retratos, escenas callejeras, paisajes y vistas desde su coche en marcha, la exposición permite seguir la transformación de su lenguaje visual: una fotografía más abierta, menos sujeta al instante decisivo y más interesada en captar la complejidad del momento.
Europa, 1966-1967 no solo muestra el nacimiento de una mirada, sino que retrata un continente en transformación. Desde la vitalidad de las ciudades hasta los contrastes políticos y sociales de la época, la exposición ofrece un relato visual vibrante y fragmentado que anticipa muchas de las tensiones del mundo contemporáneo.















